Acantilados y calas vírgenes, con un horizonte plagado de islotes
Este pequeño pueblo, despoblado hasta el siglo XVIII, representaba el lugar más aislado de Ibiza
La playa más extensa de la isla, bastante solitaria, de piedra redondas en el exterior y arena dentro del agua
Escultura en bronce que rinde homenaje a la cultura hippie, en el puerto de Eivissa
Los barrios marineros crecieron a la sombra de las murallas y hoy ofrecen el ambiente más animado de la capital
Importante pieza de arte sacro, con una de las más bellas vírgenes de la iconografía medieval española
Pequeño rincón de casetas varadero, junto al Aquarium de Es Cap Blanc
Sucesión de pequeños recodos de arena, en una zona de hoteles bajos y bosque