Bello y extenso valle agrícola del interior de Sant Josep, repleto de cultivos de secano y coronado por densos bosques
Antigua casa payesa, con un molino de agua de origen medieval
Importante santuario dedicado a la diosa Tanit, donde se celebraban sacrificios rituales
Antigua entrada principal a Santa Eulària y blanco constante de saqueos piratas
Pequeña cala de grava, con algunas casetas varadero y un paisaje precioso con la presencia del islote de Tagomago
La calle más animada de la ciudad, repleta de pequeños restaurantes, bares de copas y la zona gay
Los barrios marineros crecieron a la sombra de las murallas y hoy ofrecen el ambiente más animado de la capital
Molino harinero restaurado y abierto al público, en un cerro frente al puerto de Eivissa