El templo ibicenco que mejor conserva su estructura de fortaleza
Cala de arena, a continuación de la bahía de Sant Antoni, rodeada de hoteles
El Paseo Marítimo de la ciudad culmina en esta torre luminosa del siglo XIX, que indica la entrada del puerto
La calle más animada de la ciudad, repleta de pequeños restaurantes, bares de copas y la zona gay
Pueblo del interior, declarado "de interés artesanal", repleto de bares y restaurantes
Un auténtico puerto natural, de aguas cristalinas, con multitud de servicios
Playa amplia y urbana a continuación del puerto de Sant Antoni, muy frecuentada por turistas británicos
Amplia cala de arena y aguas turquesas, situada en el centro de la bahía
Importante pieza de arte sacro, con una de las más bellas vírgenes de la iconografía medieval española
Uno de los pueblos con más ambiente durante todo al año, repleto de bares y restaurantes