Extraordinario paisaje agrícola, repleto de bancales, acequias, canales y albercas de tiempos musulmanes
Templo encalado del siglo XVIII, con un sólo arco en el porche y estéticas líneas arquitectónicas
El monte más elevado de la isla, con 475 metros de altura.
Merendero al aire libre con barbacoas y una zona forestal, repleta de hornos de cal y carboneras
Finca-museo del siglo XVII, con una casa payesa que se mantiene como hace cien años
El Paseo Marítimo de la ciudad culmina en esta torre luminosa del siglo XIX, que indica la entrada del puerto
Construcción romana del siglo I que transportaba agua dulce a una piscifactoría situada en la costa
Mercado tradicional de verdura, construido en el siglo XIX con forma de templete griego