Playa de arena cercana a Sant Antoni, con el islote de Sa Conillera en el horizonte
Refugio costero que protegía las salinas y el paso hacia Formentera
Uno de los escasos homenajes a los corsarios que existen en el mundo
Pequeña ermita en lo alto de un monte de Benimussa, construida por un ibicenco tras regresar de Argel y vivir una guerra
Agrupación de cinco viviendas rurales y dos torres refugio, erigidas en época medieval
Inolvidable paseo hasta una antigua cantera de marès al borde del mar, con piscinas naturales
Calas recónditas, accesibles a pie desde una urbanización próxima a Sa Cala de Sant Vicent
Merendero al aire libre con barbacoas y una zona forestal, repleta de hornos de cal y carboneras
Modesto templo encalado, erigido en el siglo XIX por los pocos habitantes del entorno