Lengua de arena que une S'Illa des Bosc con la costa de Sant Miquel
Pueblo del interior, declarado "de interés artesanal", repleto de bares y restaurantes
Pequeño templo erigido en el siglo XVIII, para atender a los trabajadores de las salinas
Extensa playa de arena de ambiente familiar, con hoteles sobre los acantilados y múltiples servicios
Un auténtico puerto natural, de aguas cristalinas, con multitud de servicios
Templo con una atípica fachada colorida y un gran campanario, construido en el siglo XVIII
Llanura de campos rojos y fértiles, donde se elabora un delicioso vino de la tierra
Merendero al aire libre con barbacoas y una zona forestal, repleta de hornos de cal y carboneras