Extraordinario paisaje agrícola, repleto de bancales, acequias, canales y albercas de tiempos musulmanes
Bello templo encalado de grandes dimensiones, construido a mediados del siglo XVIII
Templo impulsado por la expansión de la ciudad, a mediados del siglo XX
El fortín costero más antiguo, diseñado por el arquitecto de las murallas renacentistas
Llanura de campos rojos y fértiles, donde se elabora un delicioso vino de la tierra
Asentamiento púnico-romano, con restos de viviendas y una necrópolis
Amplia cala de arena y aguas turquesas, situada en el centro de la bahía
Playa de arena y grava, con múltiples casetas varadero, rodeada de bosque
Ambiente nocturno, mercadillos y monumentos de la Eivissa antigua
Templo de idéntica factura a las iglesias rurales, reconstruido en 1708