El templo que los conquistadores cristianos mandaron construir en lo alto de Dalt Vila, en 1235
Estructura vigía en lo alto de un acantilado, con S'Illa Murada y S'Illa des Bosc a sus pies
Tramo de costa agreste, con terrazas de rocas planas donde tumbarse y aguas nítidas
La fortaleza renacentista consta de siete baluartes y abraza un perímetro de 1.800 metros
Amplia cala de arena y aguas turquesas, situada en el centro de la bahía
Ermita del siglo XIX, construida por una promesa
Pintoresca localidad del interior, con una bella iglesia y un poblado medieval
Este pequeño templo encalado, del siglo XVIII, destaca por su escasa altura y sus dos accesos
Un amplio sendero junto al mar, que enlaza las playas y enclaves más importantes de la bahía
La calle más animada de la ciudad, repleta de pequeños restaurantes, bares de copas y la zona gay