Una de las playas más bellas de Ibiza, con un horizonte salpicado de islotes y una puesta de sol inolvidable
Una ciudad laberíntica, de cal y piedra, en el interior de una fortaleza renacentista
Playa de arena con chiringuitos abiertos todo el año, en la bahía contigua al puerto de Eivissa
Pequeña y bella iglesia de Sant Antoni, nunca consagrada y hoy convertida en restaurante
Pequeña y solitaria cala de piedras, en una urbanización próxima a Eivissa capital
El monte más elevado de la isla, con 475 metros de altura.
Antigua casa payesa con torre de defensa, próxima al Poblado de Balàfia
Centro de interpretación sobre las armas que defendían la fortaleza ibicenca
Playa de piedras con casetas varadero, al pie de la Torre d'es Carregador