La capital del mayor municipio de la isla, con una de las iglesias más bellas
Acantilados y calas vírgenes, con un horizonte plagado de islotes
Sucesión de terrazas con ambiente durante todo el año, con las murallas como telón de fondo
Recóndito rincón marinero próximo a Platges de Comte, con un acantilado agujereado repleto de casetas varadero
Antigua entrada principal a Santa Eulària y blanco constante de saqueos piratas
Los estanques salineros se explotan desde el 600 a. C. y componen y un ejemplo único de biodiversidad
Una de las playas más bellas de Sant Antoni, con un mar turquesa y agradables fondos de arena
Histórico pueblo rodeado de cultivos que albergó comunas 'hippies' en los años sesenta
Una ciudad laberíntica, de cal y piedra, en el interior de una fortaleza renacentista
Espectáculo de luz, agua y sonido en una gruta con 100.000 años de antigüedad