Bello y extenso valle agrícola del interior de Sant Josep, repleto de cultivos de secano y coronado por densos bosques
Pequeña y solitaria cala de piedras, en una urbanización próxima a Eivissa capital
El fortín costero más antiguo, diseñado por el arquitecto de las murallas renacentistas
Cuando los almendros florecen, en invierno, la llanura compone uno de los paisajes más típicos de Ibiza
La atalaya de vigilancia con el paisaje más espectacular de Ibiza
Acantilados y calas vírgenes, con un horizonte plagado de islotes
Centro de interpretación sobre las armas que defendían la fortaleza ibicenca
Una playa pequeña y encantadora, con ambiente familiar y dos buenos restaurantes
Templo anexo al convento de clausura de las Agustinas
Asentamiento púnico-romano, con restos de viviendas y una necrópolis