Templo de finales del XVIII, erigido en un mirador con vistas a la capital y a la costa
Yacimiento arqueológico con trazas urbanas del primer asentamiento fenicio de Ibiza (siglo VIII a.C.)
El fortín costero más antiguo, diseñado por el arquitecto de las murallas renacentistas
La única entrada que se conserva de las antiguas murallas de época musulmana
Una playa pequeña y encantadora, con ambiente familiar y dos buenos restaurantes
Templo de idéntica factura a las iglesias rurales, reconstruido en 1708
Arenal con múltiples servicios en un extremo de la bahía de Sant Antoni
Pequeña y bella iglesia de Sant Antoni, nunca consagrada y hoy convertida en restaurante
Merendero al aire libre con barbacoas y una zona forestal, repleta de hornos de cal y carboneras
Calita preciosa, con aguas transparentes y pintorescas casetas varadero al abrigo de un islote