Los estanques salineros se explotan desde el 600 a. C. y componen y un ejemplo único de biodiversidad
La última iglesia rural de estilo arquitectónico típico, erigida en la isla
Está situado al norte de la isla y concentra las localidades de Sant Llorenç, Sant Joan, Sant Miquel y Sant Vicent
El corazón de la ciudad, salpicado de edificios coloniales, rinde homenaje a un heroico general ibicenco
Playa recóndita y virgen, con casetas varadero y un agradable chiringuito
Extenso tramo de costa urbana, con tres playas de arena enlazadas por el Paseo Marítimo
Extenso arenal bajo acantilados, de tradición nudista y ambiente variopinto
Refugio del siglo XVIII para vigilar los islotes de poniente y el puerto de Sant Antoni
Localidad típica perfectamente conservada, con restaurantes y terrazas de verano en antiguas casas payesas